Colección Semanal # 12
Del drama de hoy a la tragedia del mañana
Venezuela se halla inmersa en una profunda crisis política con repercusiones en diferentes áreas, una de éstas es sin duda la economía. Durante los últimos tres años el país ha experimentado una profunda caída en diversos espacios económicos. La caída de los precios petroleros, la crisis política interna, los altos índices de desabastecimiento e inflación son tan sólo un claro ejemplo de la inestabilidad económica venezolana. Con referencia al Producto interno Bruto (PIB), según cifras del Banco Mundial, se estima que Venezuela sufrió una importante contracción durante el año 2016 en lo relacionado al crecimiento del PIB. Dicha contracción se estima en más del 11%. Para el año 2017 el Banco Mundial ha pronosticado una contracción del 4,3 % sobre el crecimiento del PIB.[1]
No obstante, la crisis política con repercusiones económicas no es completamente el problema que aqueja a Venezuela y a sus habitantes. La realidad nos exige ver más allá. El análisis de las circunstancias actuales permite interpretar una realidad desde diferentes esferas y múltiples entornos. Uno de ellos es el social. Si bien los datos oficiales no muestran la tendencia de empobrecimiento y disminución de la calidad de vida de los venezolanos, diversos estudios y encuestas han intentado mostrar esta difícil situación. La Encuesta Sobre Condiciones de Vida (ENCOVI), hace un par días ha expuesto datos alarmantes que dan muestra de la situación de pobreza, escasez y necesidad en la que se halla inmersa gran parte de las familias venezolanas.
Según los datos proporcionados por la ENCOVI, los hogares en condiciones de pobreza por ingreso, para el año 2016 ha llegado a la alarmante cifra de 81.8%. Dicha cifra de hogares en pobreza es más alarmante aún, cuando de ese porcentaje, el 51,51% de los hogares se encuentran en pobreza extrema.[2]
El drama del presente demuestra la terrible situación que atraviesa un país en donde, las fuerzas ideológicas y las intransigencias políticas llevadas a cabo por la llamada revolución bolivariana, ha traído consigo grandes desaciertos en diferentes áreas. No obstante, esta odisea para un sector importante del país, se muestra para el gobierno nacional como un grupo singular de venezolanos. Todo aquel que comparta los gustos y las preferencias políticas del gobierno ha de señalarse como hijo fiel de la nación. Aquel que se aparta de esos ideales y pretende socavar el suelo sagrado de los padres de la patria, ha de ser considerado como traidor a la patria.
Estas diferencias lingüísticas se evidencian en la práctica bajo lógicas particulares. La política, la forma de concebirla y los ideales que se profesan pasa precisamente por el lugar en donde se coloca el individuo en la balanza. La gran contradicción surge cuando se intenta ubicar al venezolano que no se halla ni más allá ni más acá de estos grandes discursos.
Sin ánimos de ser pesimista y dejando claro las múltiples interpretaciones que el contexto actual sugiere, la tragedia del mañana se manifiesta por varias razones importantes. Permítaseme explicar algunas de estas:
- La circunstancia actual ha permitido que los problemas estructurales, heredados históricamente, se complejicen cada día más. La pobreza, la exclusión y la desigualdad social no pueden verse sólo a partir de un periodo específico si se pretende un análisis exhaustivo del tema. Por ello, la evolución a lo largo del tiempo, y tomando como referencia el tiempo histórico, pueden ser claves para estudiar de manera empírica tales hechos.
- La situación actual ha traído consigo problemas coyunturales derivados por diferentes causas. Así, las actividades de la economía informal, lo cual crea desajustes y especulaciones en los precios del producto, ha significado uno de los problemas recientes en Venezuela.
- La ideologización de los problemas ha promovido una clara segmentación en los estratos sociales. Ejemplos de esto surgen a montón. El más claro se muestra en los llamados Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Dicha estrategia del gobierno para abastecer a los sectores más vulnerables del país, surge como respuesta para abordar el problema de producción y abastecimiento nacional. No obstante, estas políticas van dirigidas a ciertos sectores del país y no a la totalidad de la población. Esto se radicaliza más, cuando se exige más por necesidad que por preferencia, un carnet para que el gobierno provea de ciertos “beneficios” a los carnetizados.
Estas breves razones intentan mostrar como el caos de hoy se convierte en la tragedia del mañana. No sólo porque cada uno de los puntos anteriores se profundiza día a día, sino porque la rectificación por parte de ejecutivo nacional parece estar cada día más alejada de lo que el contexto actual demanda. De modo que, la resolución de la crisis que atraviesa el país, no parece ser la estrategia política del oficialismo, o al menos, no a corto plazo. Las consecuencias a estos tiempos ya se empiezan a ver, niños malnutridos, con pérdidas de peso y talla, disminución en el coeficiente intelectual y otras series de consecuencias, explican el difícil desarrollo evolutivo que afrontan los niños, niñas y adolescentes en Venezuela. En la será del frente, los adultos mayores sufren también la crisis al no conseguir los medicamentos que necesitan para sus tratamientos.
Venezuela se enfrenta a una difícil situación que amerita la conciliación de los diferentes actores políticos y sociales para la búsqueda de medidas favorables a corto y mediano plazo. De no darse una pronta conciliación, difícilmente se pueda esperar un futuro esperanzador para el país. Por el momento y tomando como referencia el análisis anterior, digamos que el drama de hoy no es más que la tragedia del mañana.
Link de la imagen:
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[1] Para mayor información consultar el documento del Banco Mundial titulado Perspectivas Económicas Mundiales publicado en enero de 2017. https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/25823/9781464810169.pdf
[2] Datos obtenidos por la Encuesta sobre Condiciones de Vida (ENCOVI) 2016. En dicho estudio participan las Universidades UCAB, UCV, y USB desde el año 2014.
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